Cerca de 14 kilómetros al sur de la ciudad de Nápoles, se encuentra el
pueblo industrial de Pomigliano d’Arco, hoy conocido también en el exterior por
el establecimiento “Alfa Sud”, que lanza todos los días al mercado nacional y
extranjero automóviles buscados incluso por la elegancia de su estilo.
El actual Pomigliano, que después de la industrialización ha recibido un
considerable bienestar económico y se presenta atrayente, con amplias calles y
edificios nuevos, es muy diferente al de los últimos años del siglo pasado,
cuando sus habitantes (alrededor de 13.000), debido a las magras ganancias
provenientes únicamente de la agricultura y del pequeño trabajo artesanal,
están obligados a emigrar todos los años, en número siempre mayor, a las
lejanas Américas.
Quien no puede partir, sobrevive con los pocos recursos ofrecidos por el
lugar.
Entre éstos últimos, está Felice Pirozzi que apenas llega a fin de mes
con la mujer y cuatro hijos, ejerciendo el arte de fabricante de carros o
carrero.
El único hijo varón es
Pascual, nacido el 13 de abril de 1886.
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