El Siervo de Dios, Pascual Pirozzi nace en el seno de una
familia creyente y pobre de Pomigliano d'Arco, localidad de la provincia de
Nápoles. Italia, el 12 de abril de 1886; es bautizado al día siguiente en la
iglesia parroquial de su pueblo.
En su adolescencia ingresa en el Instituto Misioneros de
los Sagrados Corazones de Jesús y de María, fundado por el beato Cayetano
Errico. El 1° de mayo de 1903 consagra su vida con los votos de pobreza,
castidad, obediencia y perseverancia; y el 5 de junio de 1909 recibe la
ordenación sacerdotal.
Su anhelo es partir como misionero a otras tierras; por
eso pide insistentemente a sus superiores ser enviado a América. Después de
realizar diversos ministerios en las comunidades de Secondigliano y Afragola,
en Italia, en marzo de 1914 parte hacia la República Argentina. Se suma a la
primera comunidad sacricordiana de la Ciudad de Buenos Aires y colabora
eficazmente en la atención pastoral del colegio "Benito Nazar".
Con gran espíritu de .servicio y ejemplar solicitud asume
diversas responsabilidades y realiza distintos ministerios. En Buenos Aires es
eficaz colaborador en las actividades pastorales de la parroquia Nuestra Señora
de los Dolores, sustituto del párroco en varias oportunidades y rector de la
comunidad religiosa desde diciembre de 1936 En Juan Ortiz -hoy Capitán
Bermúdez, provincia de Santa Fe- se desempeña como rector de la comunidad
religiosa desde su fundación el 13 de junio de 1938, y como primer párroco de
la parroquia San Roque desde el 7 de mayo de 1939. Eh la ciudad de Montevideo,
República del Uruguay, es colaborador en la parroquia Sagrados Corazones y
capellán de la capilla Santa Teresita del Niño Jesús desde enero de 1944 y
durante un año y medio.
A mediados de 1945 regresa a la Ciudad de Buenos Aires y
allí fallece el 3 de marzo de 1950.
Todos lo recuerdan como un hombre de fe, bueno, paciente,
siempre sonriente, humilde, respetuoso con todos, que disfruta con el bien
ajeno y jamás se lamenta por nada ni por nadie. En todo momento prefiere y
busca el último puesto. Es obediente hasta el escrúpulo, y muy observante de
las reglas de vida de su congregación. Sobrio en las comidas y sacrificado
hasta en el descanso.
Enamorado de la Eucaristía, pasa largas horas del día y
de la noche en la capilla, de rodillas delante del sagrario. Tiene un gran amor
y una profunda devoción filial hacia la Virgen Santísima.
En su apostolado prefiere siempre a los pobres y a los
enfermos, y los visita infaltablemente todos los días para administrarles los
sacramentos o llevarles ayuda espiritual o material.
Sus restos mortales descansan en el templo parroquial de
San Roque, en la ciudad de Capitán Bermúdez, y su sepultura es visitada por
fieles que se acercan para pedir su intercesión por diversas necesidades. De
hecho, ya son muchos los que testifican haber recibido gracias por su
intercesión.
El 27 de agosto de 2001 sé inicia la causa para su
canonización en la arquidiócesis de Buenos Aires, que está en curso.
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