25 sept 2013

Un fugaz paso por un santuario italiano.

El 4 de enero de 1913 el P. Pirozzi es destinado a la Casa de Afragola.
La Comunidad no es nueva para él; ha transcurrido allí algunos meses en el verano precedente y ha despertado en ella el deseo de una permanencia más larga.
“¡Oh! ¡Qué útil sería el P. Pirozzi en esta Casa!”, escribe en esa circunstancia el Rector local.
Pero su permanencia en Afragola dura poco más de un año, porque es destinado a la nueva fundación en Argentina, donde la Congregación ha desplegado sus tiendas poco tiempo antes.




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