12 oct 2013

Al principio estaba la Madre.


Autorizados por la “Comisión” del Colegio, los Padres ejercieron su ministerio sacerdotal en la capillita del mismo y, desde 1915, celebran la fiesta de la Dolorosa, precedida por un novenario predicado.
Entre los participantes en la solemne liturgia de la fiesta de la Dolorosa de 1915 está la señora María Luisa Cullen en Llobet, una dama de la “Conservación de la Fe”. La piadosa señora admira el celo de los Padres y conociendo que buscan un terreno en la ciudad para construir una iglesia en honor de la Dolorosa, ofrece generosamente, para ese fin, un terreno suyo en la Calle Gaona, en el corazón geográfico de la Capital.
En aquellos días estaba en Buenos Aires el P. General Francisco Grampone de visita Canónica y lo aceptó gustosamente, tanto más que el Ordinario, puesto al corriente del ofrecimiento, no sólo se complace, sino que asegura que, construida la iglesia, la hará parroquia.
El 1º de diciembre de 1915 se firma el acta de donación y la generosa bienhechora, conociendo e1 deseo de los Padres de exponer en la iglesia a construirse una copia de la estatua de la Dolorosa hecha esculpir por su Fundador, los autoriza a realizarla a su costa.
Encargada al escultor napolitano Cerrone, la estatua llega a Buenos Aires en octubre de 1918, pero la piadosa señora no tiene la alegría de verla, habiendo pasado en el ínterin a la otra vida. No obstante, los hijos no dejaron de honrar su voluntad .
Expuesta a la veneración de los fieles y bendecida solemnemente el 11 de abril de 1919, la estatua despierta “buena impresión” en cuantos la ven , y el Arzobispo apro-vecha la ocasión para congratularse con el P. General por el celo que sus hijos demuestran en su ministerio. Él escribe:
“Rev.mo Padre,
aprovecho la feliz circunstancia de la bendición de una imagen de la Dolorosa para hacerle llegar a V.R. mis complacencias respecto a la obra apostólica de sus celosos hijos en esta ciudad de Buenos Aires.
“Ahora hace seis años que llegaron a esta tierra y ya se percibe la bondad y la constancia de ellos en el santo ministerio, porque, desde principio, han tenido la dirección espiritual del Colegio ‘Gral. B. Nazar’; obra de la Conservación de la Fe, cultivando allí con diligencia no sólo las almas de miles de niños que concurren a la escuela, sino también atendiendo a los fieles que asisten a las prácticas de piedad los días festivos en la capilla, por medio del confesionario y del púlpito y organizan obras piadosas y congregaciones.
“Atienden también, con verdadera solicitud, el Asilo Maternal nro. 5 instruyendo a las muchachas en la Doctrina Cristiana, confesando y estimulando a la frecuencia de los santos sacramentos, sin excluir al público que acude numeroso los domingos a los oficios divinos.
“Esto no impide a sus hijos, Rev. Padre, ocuparse de la idea ya concebida y quizás pronta a ser un principio de realidad, de construir una nueva parroquia bajo los aus-picios de María SS. Dolorosa, habiendo bendecido estos días la dulce imagen que presidirá el altar mayor de la futura iglesia.
“Para la realización de esta iglesia, tienen el principal fundamento, e1 terreno, siempre costoso en esta ciudad, y el apoyo prometido de muchísimas señoras de posición social.
“Aunque estos buenos Misioneros están reducidos en número, no pudiendo por esto extender más su obra, hay que felicitar a V.R.. por lo que hacen, superior a sus fuerzas. Espero que no dejará de enviar nuevos y celosos operarios en esta viña del Señor, y es con esta prueba que yo le expreso mi complacencia y satisfacción, que me place bendecir verdaderamente de corazón a V.R.. a fin de que el Señor lo ilumine en sus tareas.
“De V.R., dev.mo Mariano Antonio, Arzobispo de Buenos Aires; 28-4-1919”.

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